LA LUNA Y LA TRIBU TEMBE TONGA

Todavía hay lugares costeros donde, como sucede con la vida salvaje, los lugareños  están totalmente concienciados de su dependencia al ciclo lunar. Es el caso de la tribu Tembe-Tonga de Maputolan, en el sureste africano, durante siglos los miembros de esta tribu han ido explotando los recursos que les ofrecen las mareas, la tarea de los hombres es la de recoger los peces que quedan atrapados en las redes cuando se retira la marea y la de las mujeres rastrear las orillas en busca de manjares como las almejas y erizos de mar, algunos días del mes pueden recoger una especie de  moluscos marinos, una gran masa de crustaceos que se aferran a las rocas de la zona más baja de la marea, a mediados de cada mes lunar es posible ver esta preciada cosecha marina, cortesia de la luna. Esta gente de mar comprende el poder de la luna y como aprovecharlo.  Cuando nace un niño se lo presentan a la luna, el mejor momento para ello es cuando la luna está nueva y a punto de empezar el ciclo, le piden que interceda por el niño y que le proteja de los peligros cotidianos del mar, cada niño que nace en esta comunidad costera debe celebrar esta ceremonia, este pueblo marino busca la bendición de la luna para que guie y proteja al niño.  Como reconocimiento al control que la luna ejerce sobre sus vidas, la principal mujer de la tribu la invoca con una antorcha ardiendo cuando la luna se encuentra en su fase creciente, el niño se coloca sobre un lecho de ceniza de la hoguera " Esta es tu luna, que su poder te proteja siempre" declara..ahora con su propia luna como patrón, el niño puede empezar a recolectar en el mar con seguridad.